Poesía de andar por casa

Vuelve a su rincón de cada mañana
allí donde su fiel amigo el teclado
paciente espera al genio que lleva dentro
y a sus dedos encantados
haciendo clic con las alturas.

De momento reclama un minuto de silencio
para despejar su mollera.

Sin embargo, se lo esta pensando,
si llevar sus pensamientos al cielo
y su cuerpo a la arena,
o, quizás alcanzar la cumbre de aquella montaña
para tocar más de cerca a la poesía.

Tal vez, eche a volar su imaginación
tan alto, tan alto,
llevando su prosa por equipaje
y a cuestas su bagaje.

Esta nostálgica rapsoda suya
se pregunta una y otra vez,
si en su camino se topará algún día con la fama

!Pero qué locas pretensiones las suyas!
¿acaso no saben sus musas
que su poesía es la de andar por casa?

Que su prosa es tan tan modesta
que solo conmueve a las almas más errantes
y solitarias.

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