Otro gallo cantaría

Sentido de auto crítica o sentido del humor, como queráis.
*****
Que absurdo me parece hoy, tomando distancia,
tantos complejos que de joven me atormentaron.
Malgasté un precioso tiempo queriendo ser lo que no era,
deseando ser otra, que finalmente, no llegué a ser.

Aún recuerdo que no me gustaba mi risa y reprimía la carcajada.
Me sonaba escandalosa, estridente.

Otra gran inseguridad que tenía: era al hablar,
no sabía qué decir, sobre qué conversar, si dar o no mi opinión,
en fin, vacilante frente a otros comentarios
que siempre me parecieron lúcidos y más brillantes.

Inseguridad que siempre atribuí a mi pobre
y escasa formación.

Tampoco ayudó mi gran timidez magnificada por esa fisonomía mía,
de mujer fatal que me envolvía
y que a muchos asustaba.

Apareciera en el escenario que fuera,
siempre había alguna hembra que se sentía amenazada
de perder a su macho.

No solían decirme nada,
pero lo cogían de la manita y lo alejaban del peligro.

Y éso, que mi vestimenta no era precisamente extravagante,
aunque dada mi estatura luciría más aparente.

Ahora bien, con las tablas que dan los años,
todo ese manojo de inseguridades han sido superadas.

Pero para seros franca, sigue siendo mi asignatura pendiente
el hablar en público o frente a las cámaras.

No obstante, pienso que en la vida,
no me habría venido nada mal
algo más de desparpajo y unos cuantos kilates más
de seguridad en mi misma.

Probablemente, otro gallo me habría cantado.

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