Nel blu dipinto di blu

En esa era azul de su vida
rezumaba poesía hasta por los poros,
mientras la placidez abrazaba
casi todas las horas del día,
se le aparece ahora la pintura
cuando el sol acaricia sus tardes de ocio.

Un sogno cosi non ritorni mai più.
Mas retorna a su memoria
esa época tenaz por destacar,
esquivando el olvido
de la lírica de su vida
encerrada en manuscritos.

Mas, su caligrafía no desmayaba,
escribía y escribía
sin caer en el desanimo,
haciendo caso omiso
a la indiferencia del universo.

Espantando los espantapájaros
que emborronan su desvaída poesía,
no se rendía,
por el contrario,
nuevos brios la atraían ahora hacia la pintura.

Hallábase sin saberlo,
asomándose al arte del color
reservado solo para unos pocos,
justo antes de escorar su alma
a la deriva del desaliento.

Visitando ahora esa zona
íntima y profunda de ella misma,
que solo Dios conoce,
surge la postrera pincelada
esbozando esa nada que es ahora su vida.

¿Se equivocaría su intuición?
¿Buscando ahí donde no hay nada?
¿Y qué tal, si esa nada fuera su salvación?

Vuelve a su memoria,
aquella zigzagueante mariposa
que en su día se posó entre sus manos
para despertarla de aquella larga siesta,
alejándola del acecho de los heraldos negros.

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