Flor de un día

Hecho de materiales que aún doblegándoles
vuelven a su posición original,
así mi vida acabo volviendo a ser lo que era antes de tu partida.

Sanadora resultó mi naturaleza hacendosa
que me llevó de vuelta a ser quien era.

Puro escapismo fue entonces
para acallar los gemidos del alma
con el trajín cotidiano de las viejas rutinas.

Este pasaje transitorio de mi vida
se asemeja al de aquella única flor
nacida extraviada entre dunas desiertas
donde al poco de nacer,
morirá sin que nadie en el mundo
perciba su belleza.

Aunque breve y efímera su existencia
despliega toda su delicada belleza
en espléndidos pétalos y vive.

En su fugaz paso por esta vida,
minúsculos insectos beberán de su néctar
que luego en su vuelo esparcirán por doquier.

Una vez más la hermosa flor de un día
habrá hecho honor a su efímero destino,
una vez más habrá cumplido con su ciclo vital
antes de sumergirse en el sueño profundo de las arenas.

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