A patricia

De espíritu indomable /fiel a su verdad/ despertando adoración/ allá adonde va.De la mano siempre, de la honestidad/ sangre celeste/ sangre de raza/ corre por tus venas.

Se distingue entre todas/ sin lugar a dudas/ hasta mujer bandera/ la llamaron algunas.

A cada paso, deja su estela/ sin mirar atrás/ día a día/ pasando página/ y con suerte olvidando/ al ángel negro/ que en su día/ su inocencia mató.

Hoy, aunque algo opaca su mirada/ aún irradia luz.

Tal vez su exquisita presencia/ nos la arrebate/ un aire sutil/ algún día.

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *